Zona Íntima

Vamos conociéndonos

¿Alguna vez has mirado tu zona íntima detenidamente?, ¿sabes cuáles son las partes que la conforman?, ¿conoces a la perfección su aspecto, su color, su olor?

Si tu respuesta es no, descuida, nos pasa a muchas. Nunca es tarde para conocer nuestro cuerpo.

Autoexploración: conoce tu zona íntima

Explorar y conocer tus genitales es muy importante para mantener la salud en esa zona, pues de esta forma puedes identificar lo que es normal y cuando algo anda mal.

Así que fuera vergüenza, lava tus manos, ponte cómoda y sin ropa interior, toma un espejo, la linterna de tu teléfono y ahora sí, comienza a explorar.

 

Más que una vagina

Lo primero que debes saber es que zona íntima no significa vagina. Muchas personas suelen decir “vagina” cuando en realidad se refieren a la vulva, que es el conjunto de los genitales femeninos e incluye:

  • Labios vaginales.
  • Clítoris.
  • Abertura vaginal (que conduce al cérvix y útero).
  • Orificio uretral (donde sale la orina).

De esta forma, la zona exterior donde se encuentran el pubis y los labios vaginales mayores están cubiertos por vello y son la primera barrera que tenemos para proteger el área y cubren los órganos sexuales internos.

Mientras que, podrás observar con ayuda del espejo, que, al separar los labios vaginales mayores con tus dedos, se encuentran los labios vaginales menores.

También podrás ubicar la abertura vaginal, que es la entrada a un canal flexible, por donde pasa el líquido menstrual y el cual se dilata durante el parto.

Arriba se encuentra el orificio de la uretra de donde sale la orina; y un poco más alto y hacia adentro está el clítoris.

 

Color, textura y olor

El color al interior de la vulva es un poco más rosado que la piel externa y la textura debe ser húmeda, algo rugosa; esto debido a que en la vagina existen varios pliegues y millones de microorganismos encargados de mantenerla con un ambiente ácido y sano.

¿Sangre, bacterias y orina, esa mezcla debe tener algún olor cierto? Añade un poco de sudor y flujo (sustancia secretada por nuestra vagina, algo viscosa, entre blanca y amarillenta) y tendrás la combinación perfecta para un aroma algo diferente al del resto de tu cuerpo.

Nada de qué preocuparse, todas tendremos un olor leve, algo ácido en esa zona, que cambiará dependiendo de nuestros hábitos y ciclo menstrual.

¿Y si algo no anda bien?

Tómate un tiempo para revisar y conocer tus genitales. Intenta hacer esta autoexploración al menos una vez al mes en diferentes momentos.

Y mantente alerta a cualquier incomodidad que pueda surgir en tu zona íntima como:

Ardor.

Comezón.

Dolor.

Inflamación.

Cambio en su textura, color u olor.

Flujo anormal.

Si alguno de estos signos aparece es probable que se trate de una infección vaginal.

Pero, tranqui, por fortuna existen tratamientos efectivos y de fácil aplicación, como aplicar algo de crema o colocar un óvulo o tomar una cápsula.

Sin embargo, siempre es recomendable consultar con tu médico.

Al conocer y estar pendiente de nuestro cuerpo lograremos detectar cualquier alteración en él y lo mantendremos a salvo de cualquier problema.

¡A explorar se ha dicho!

 

 

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